Al fondo del cañón de peñascos se encuentra la atracción principal que es el salto, con varias piletas naturales en quebradas, con escasas sombras, es difícil trepar a las charcas altas del salto, adoquinadas con espaciosas lozas en piedra de agua.
Hay espacios suficientes para observar la caída de las aguas, que se arremolinan entre rocas y que luego caen con velocidad extraordinaria a la charca final, muy concurrida por turistas y parroquianos.
¿Qué ha provocado su sequía?
“Las tomas irregulares de aguas arriba disminuyeron el flujo a un nivel tan bajo que afecta el medio ambiente y el acceso a agua potable”, explica el director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Wellington Arnaud, tras verse comprometida esta institución en torno al tema de la sequía de este río.
Asimismo, aseguró que las causas de que haya poca agua se debe a temas de naturaleza ambiental (sequía y cambio climático). De igual modo a que habitantes de la zona han instalado más de 30 tuberías y mangueras sin permiso, para servir sus cultivos. Refiere que estos fenómenos ponen al Salto bajo una presión hídrica que supera su capacidad.
(+) Sobre el Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó
El Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó, fue creado con el propósito de conservar la única porción de la Cordillera Central que toca el Mar Caribe, donde se concentra una biodiversidad altamente especializada, con gradientes latitudinales que se conjugan con las vistas grandilocuentes de la Bahía de Ocoa y Playa Caracoles, hermosos escenarios y enclaves históricos y ecoturístico de la Provincia de Azua de Compostela, los cuales se suman a los múltiples eventos de la prehistoria taina, como la plaza ceremonial indígena de Las Charcas de Río Grande, las ruinas coloniales del Ingenio Cepi-Cepi y, en tiempos más cercanos, la Batalla de El Número, todos con un alto valor educativo, científico y recreativo.
Se dispone que esta unidad de conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas sea estudiada minuciosamente para desarrollar sus potencialidades en el campo de la cultura, la historia y su biodiversidad, con miras a habilitar aquellos espacios que reúnen las mejores condiciones para destinarse al uso público, al desarrollo del ecoturismo y la investigación científica entre otras actividades compatibles con su categoría de manejo y la vocación primaria de sus recursos.
Los primeros esfuerzos institucionales para conservar lo que es hoy el parque Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó, tuvieron lugar en el año 2004, con su declaratoria como Reserva Forestal Hatillo. Luego, en el año 2009 se ampliaron los límites y se declaró el área como parque nacional. El área contiene dos (2) grandes ambientes naturales siendo el primero una gran extensión de bosque seco y el segundo una porción marina correspondiente a la bahía de Ocoa. En el año 2021 el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Resolución No. 045-202, prohibió el fondeo de embarcaciones de carga y todo tipo de plataformas en la bahía de Ocoa dentro de Ia zona marina y el área de amortiguamiento del Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó, con el fin de continuar protegiendo la vida marina que se ve amenazada cuando el referido tipo de naves se acerca a esta área protegida.
El territorio de este parque ocupa una extensión total de 585.76 km2, de los cuales 289.73 km2 corresponden a la zona terrestre y 296 km2 a la parte marina encierra importantes escenario y enclaves pre posthistóricos de la provincia de Azua, incluyendo la plaza ceremonial indígena de Las Charcas, las ruinas coloniales del Ingenio Cepi-Cepi (o Cepe cepín) del siglo XVI, el lugar de la Batalla de El Número (1847) de la lucha independentista y el canal de riego construido por Horacio Vásquez entre Estebanía y Las Charcas en 1924.
Las Ruinas del Ingenio Cepi-Cepi y su entorno atestiguan la importancia de este sitio en la colonia temprana, tal como describe Juan López Velasco.
Además de la estructuras del propio ingenio Cepi-Cepi, están las ruinas de los mecanismos de transporte y embarque de las panelas de la azúcar, así como las acequias que traían agua de los manantiales de la zona.
En cuanto a la vegetación, en este parque existe un gran número de plantas nativas y endémicas propias del bosque seco, guayacán, almácigo, palo del Brasil, cabrita, frijolito, palo blanco, guano, pino de teta, aceituno, higo cimarrón, escobón, canelilla, palo de peje, nisperillo, cayuco, mora, vera, cigua, blanca, muñeco, guaconejo, alpargata y quiebra hecha.
Fuentes: Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
https://foronacionaldeareasprotegidas.blogspot.com/