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7 señales de que estás criando bien a tus hijos

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“Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”. Pitágoras

Hoy en día sí que no podemos decir que nadie nos ha enseñado a ser padres porque vaya que tenemos un enorme abanico de herramientas y posibilidades que hacen que esta labor sea más sencilla y asequible.

Si bien cada individuo es único y con necesidades muy específicas, en asuntos básicos la educación podríamos decir que es universal.

La magia radicará como padres en saber educar – “educere”- sacar desde dentro hacia fuera lo mejor de cada uno de nuestros hijos.

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Formarles, forjarles, dirigirles es una maravillosa aventura en la que no vamos solos.

Pero, ¿cómo saber si los estamos criando bien?

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Existen padres – que a mí opinión son la gran mayoría- que han hecho una labor maravillosa.

Hay 7 señales características de niños bien criados por estos padres que el psicólogo clínico y escritor Nadene van der Linden observó en sus años de práctica.

¿Cuáles son? 

1. Los hijos tienen la capacidad de expresar ampliamente emociones como enojo, tristeza o miedo frente a los padres es una buena señal de que se sienten emocionalmente seguros con ellos y de que llevan una buena relación.

2. Los hijos acuden a los padres en primera instancia al enfrentar algún problema. Esto quiere decir que les han proporcionado una base segura a la que ellos pueden regresar cuando necesiten ayuda porque están abiertos a la comunicación sobre las cosas que les son difíciles en sus vidas.

3. Los hijos pueden discutir pensamientos y sentimientos sin temor a la reacción de sus padres. Esto es un signo positivo de una relación padre-hijo receptiva, abierta y flexible.

4. La opinión de los padres a los hijos es eso, un comentario y no una crítica con etiquetas. Es decir, emiten opiniones no críticas sobre el comportamiento -no sobre el hijo- y evitan etiquetas como eres “malo”, “burro”, “envidioso”, “peleonero”, “flojo”…

5. Padres que motivan a sus hijos a perseguir sus propios intereses y sueños destacando sus talentos. El animarlos a sobresalir en algo que “ellos” aman les ayuda a tener una sensación de dominio y logro.

6. Padres que establecen límites en el comportamiento para mantener a sus hijos seguros. Estos les ayudan a sentirse amados y valorados, incluso si algunas veces no están de acuerdo con ellos.

7. Padres que reparan sus errores delante de sus hijos. Son padres que si pierden el control delante de ellos o comenten algún fallo se atreven a reconocer, a explicar y a pedir perdón.

BOY

Ahora está el otro lado de la moneda. Enunciaré las señales de que cómo padres tienen un área de oportunidad considerable, no para qué se juzguen temerariamente, sino para que observen y hagan los cambios pertinentes.

Si sus hijos no ayudan en casa; hacen berrinches frecuentes dentro y fuera del hogar al grado que todos les voltean a ver; le ruegan para que les obedezca y les haga caso; siempre quiere más y vive insatisfecho y en queja; les ignora y tampoco presta atención a reglas básicas de convivencia y comportamiento; es controlador y le gusta manipular a los adultos; es chantajista y solo entiende por medio de sobornos…

Bueno, la lista puede seguir… pero esto no es para que tiren la toalla o se sientan un padres fracasados. No. Es simplemente para que vean que aún hay mucho bueno que pueden hacer y que quizá sería bueno buscar apoyo externo con especialistas en la materia.

Recuerden que ustedes son los padres y que si se los confió es porque sí pueden con esta gran responsabilidad. Es cuestión de voluntad, querer hacerlo bien y para ello pueden formarse sobre lo que consideren necesario. Como dije antes, se trataría de reforzar las áreas de oportunidad y no es un imposible.

Amar es educar y educar es amar. La educación es por esencia un acto, un proceso dinámico que nace con el hombre y muere con él. Sus hijos tienen a los mejores educadores, maestros a los que llaman papá y mamá.

Fuente: aleteia.org

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