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Mujeres que están revolucionando la educación dominicana

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Redacción Plan LEA

Escribir en el buscador ‘docentes dominicanas destacadas en el 2022’ y encontrar nombres como María Trinidad Sánchez, Juana Trinidad (Saltitopa), Salomé Ureña de Henríquez, Ercilia Pepín, Trina Moya de Vásquez, Abigail Mejía y otros que nos remontan a pasadas generaciones, nos hace pensar que son muy altos los parámetros establecidos para ser considerada una ‘docente modelo’.

Plan LEA presenta una selección de maestras que con sus iniciativas han logrado posicionarse y ser referente a otras docentes. Su genuina vocación y el amor por lo que hacen fulgura y  resuena. A continuación te las presentamos.

Ella siempre quiso hacer algo diferente, distintivo, ‘impactar más allá del aula’. Te hablo de Rosaliz Calderón, quien  compitió con más de 8 mil candidatos de 121 países, siendo seleccionada dentro del top 50 de los mejores docentes del mundo, es la primera dominicana en ser nominada al Global Teacher Prize.

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Rosaliz es directora de la fundación infantil Zancadas y es la primera y única maestra en República Dominicana que se especializa en educación dentro del ámbito hospitalario. También es CEO de las cuentas de Instagram @docenteemprende  y @profeconclase_.

En 2016, mientras trabajaba en la asistencia social para pacientes con cáncer, descubrió que los estudiantes con enfermedades graves a menudo no tienen un buen acceso a la educación mientras están en el hospital y no pueden continuar sus estudios. Como resultado, decidió dedicarse a la educación hospitalaria y, después de una gira de investigación por España, regresó a República Dominicana, recaudó fondos y lanzó el proyecto ZANCADAS de Pedagogía Hospitalaria.

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Ahora la docente quiere inspirar a otros maestros para que tengan un impacto más allá de sus propias escuelas y ayudarles a crear aulas en cada hospital de la República Dominicana. Actualmente está trabajando en un proyecto para la creación de la primera aula de un hospital en el país, además de continuar brindando consejos a los maestros sobre cómo usar sus talentos únicos para ayudar a otros.

Brenda Taveras es otra docente que revoluciona, pero de una forma muy peculiar: a través de la música. La educación musical no es muy común en las escuelas y colegios de nuestro país, pero esta maestra apuesta por ella.

Como muchas personas que tienen vocación, sintió el llamado de la docencia desde muy pequeña. “Jugaba con mis hermanas a la escuelita y siempre me elegían de profesora”.

“Desde siempre supe que me dedicaría a enseñar y compartir lo que aprendía con los demás. Me parece un trabajo maravilloso y trascendental”, dice con emoción.

Pero combinar la enseñanza con la música para ella es mucho más especial aún. “Me gusta mucho poder acercarlos al amor por un instrumento musical, el cual los empodera, los ayuda a conectar y hacer amigos”.

Y hablando de los beneficios de la enseñanza musical, Taveras ha sido testigo de los cambios positivos que han dado sus estudiantes, como es el caso de Lucía, una niña tímida que no tenía muchos amigos, y pensaba que no tenía talento.

“Un día la escuché cantar, ella pensaba que estaba sola. Cuando escuché esa voz, me emocioné. Ella no sabía que tenía ese talento. Trabajamos en clase y se presentó al final del ciclo cantando. Nadie esperaba que la tímida Lucía podría cantar de forma tan hermosa. Ella empezó a creer más en ella y en sus habilidades. Lucía es hoy una joven líder en todo lo que se desenvuelve”.

Pamela Alba, especialista en tecnología educativa. Pero ella no llegó a la docencia, la docencia llegó a ella. Desde pequeña, confiesa, era de las que jugaba a la “escuelita” con las muñecas, pero al crecer desistió de la idea porque “necesitaba mucha paciencia para dar clases”.

Estudió Comunicación Social pero la actividad docente siempre la llamó. Laboró más de 15 años en el área, trabajo que en palabras de Alba, siempre la llenó porque ayudaba a los maestros, padres y alumnos en cualquier situación que se les presentara.

En el año 2017, dio inicio a su instituto de inglés desde casa, que empezó con 2 niños, y al cabo de un año se contaban 130, entre niños y adultos. Ahí surgió la magia y su llamado para dedicarse toda su vida al magisterio.

Luego se dedicó a formarse formalmente como docente, especializándose en las TIC, con una certificación en STEM por compañía STEM.ORG y una maestría en Tecnología Educativa por la universidad UDIMA de España.

Actualmente imparte talleres a bajo costo para maestros, y a través de sus redes sociales como @mrspamalba comparte sus conocimientos en tecnología. Imparte clases de programación en Tech Kids RD y arte digital y STEAM en el colegio Saint George desde 1ro a 4to de primaria.

Grissy Feliz es una maestra que sabe destacar. Ella en la pandemia siguió trabajando con niños, incluso con aquellos que por la edad u otras situaciones no podían estar de manera virtual. Creó un programa para que ellos se mantuvieran conectados con el ambiente escolar y no se retrasaran. Para las clases virtuales creó un plan de clases adaptado a la virtualidad  y a las necesidades de sus alumnos.

Es digna de admiración su capacidad para conectar con los alumnos, con sus emociones y tomarlos en cuenta en el proceso de enseñanza, animandoles y resaltando su potencial.

Para la docente Mayra Francisco, dedicarse a la enseñanza fue su destino. Viene de una familia de docentes y siempre desde niña decía que quería ser profesora. Cuenta que los recuerdos más vívidos de su infancia son en los que su madre la alfabetizaba junto a su hermano. Su casa era una sala de tareas.

Nativa de Puerto Plata, tiempo después se graduó como técnico en servicios turísticos e inició una vida en Hostelería, algo que es muy común en esa ciudad. Realizó un grado en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras y más tarde un Máster en Gestión de la Innovación Turística, con especialidad en Destinos Urbanos. Toda esa experiencia, cuenta Mayra, la preparó para su destino como docente.

En el año 2015 tuvo su encuentro con el magisterio. Trabajando como recepcionista en un hotel, su hermano la llamó y la motivó a inscribirse en un concurso de oposición para profesionales no habilitados. A pesar de que le iba bien en el turismo, decidió inscribirse y tomar su certificación en Habilitación Docente.

Desde el 2016 se dedica a su pasión: dar el pan de enseñanza. Aunque el camino no ha sido fácil para ella. Según nos narra, una vez en el aula, fue muy retador, cada día aprendiendo. “Esta profesión se construye con mucho esfuerzo y entrega”.

Sin embargo, para Francisco, su experiencia ha sido verdaderamente única. “Nunca pensé que me sentiría tan cómoda dando clases, enseñando y compartiendo. Es un trabajo muy activo, resiliente y desafiante. Cada día en las aulas es un día diferente, donde recibes mucho aprendizaje de tus alumnos, con sus historias y evolución”, dice con emoción.

Actualmente es maestra de secundaria en el Politécnico Nuestra Señora de Las Mercedes en Santiago y comparte sus experiencias como docente en las redes sociales como @profemayra9.

Al igual que estas lumbreras existen muchas maestras más que brillan desde sus espacios de aprendizaje y que ponen amor y empeño en lo que hacen.

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