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¿Cómo integrar la familia al desarrollo de la ciudadanía?

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Introducción.

En República Dominicana se están dando cambios sustantivos en el currículo y uno de ellos es la implantación del enfoque de competencias, por ello el tema que nos ocupa hoy trasciende el currículo en la escuela e involucra a los padres y la comunidad.

Cuando hablamos  del desarrollo de la ciudadanía nos parece un tema bastante amplio, es por ello que desde este espacio pareció oportuno circunscribirlo en la perspectiva escuela comunidad, lo cual sigue siendo amplio y complejo, por tal razón hemos seccionado el tema y en aras de una mayor fluidez y comprensión, se ha dividido en varios subtemas. El primer ensayo que presentamos hoy está relacionado en: ¿Cómo integrar la familia al desarrollo de competencias ciudadanas de los educandos?

La implantación de una educación orientada al desarrollo de competencias que se ha convertido a nivel latinoamericano y porque no, a nivel  mundial de importancia capital para el proceso educativo;  constituye, el desarrollo de las competencias una forma de concienciación como producto de las relaciones humanas comunicativas en la que participan los educandos, y que capacitan para el trabajo de entender y transformar la realidad en la que están inmersos. Para tal fin se requiere que la educación sea pertinente y para ello debe integrar a su proceso, información, recursos, contextos y oportunidades para el ejercicio y desarrollo de las competencias más allá del currículo escolar, vale decir que involucre a los padres y a todas las estructuras de la comunidad. Al respecto se establecen  ideas y estrategias que permitan vincular el currículo y el proceso de enseñanza-aprendizaje a la convivencia en el aula, a los intereses y proyectos de vida de los educandos, a sus padres, y a las necesidades educativas de la comunidad y del país. Todo ello en beneficio de propiciar un mejor clima escolar lo que incide positivamente en una actitud proactiva hacia el ejercicio de las “competencias ciudadanas” de los educandos, y a vislumbrar una cultura de paz tan necesaria en nuestra sociedad.

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Para llegar a estar informado,  y manejar las competencias ciudadanas debemos conocer el concepto de competencia humana general, que según Villarini, se fundamenta en la tradición de educación reflexiva, crítica y liberadora que en Latinoamérica se inicia con Eugenio María de Hostos, quien afirma que la conciencia es el órgano del conocer, del sentir y del hacer, y por ende del perfeccionamiento humano. Afirma Hostos: “Para que el hombre fuera hombre, es decir, digno de realizar los fines de la vida, la naturaleza, le dio conciencia de ella, capacidad de conocer su origen, sus elementos favorables y contrarios sus trascendencias y relaciones, su deber y su derecho, su libertad y responsabilidad: capacidad de sentir y de amar; lo que sintiera; capacidad de querer y realizar lo que quisiera; capacidad de perfeccionarse y de mejorar por sí mismo las condiciones de su ser y por sí mismo elevar el ideal de su existencia”. La formación de la conciencia es fin último de la educación, es decir, de todo el proceso formativo humano. Define la conciencia como aquella fuerza que nace de la que por separado tiene el entendimiento, la sensibilidad y la voluntad; indicando con ello que la conciencia es un poder para en forma unitaria conocer, sentir, desear y hacer. En tanto tal fuerza puede mover, orientar, estructurar, dirigir el comportamiento humano y con ello producir transformaciones en la realidad social y natural a la luz de un ideal de la misma. Mediante la conciencia lo que debe ser deviene ser, realidad. Solo por medio de la formación de la conciencia personal y colectiva sería posible construir la verdadera independencia de nuestros pueblos y construir una sociedad de justicia.

Si hablamos del contexto escolar, surgen los términos  de metas y objetivos educativos, por ello,  hay que concebir las competencias como formas elevadas de conciencia como expresión genuina de las relaciones en la que participan los estudiantes tener, conocimientos, habilidades para de allí transformarla. “Promover el desarrollo de estas formas de conciencia seria la aspiración fundamental de la educación”. Es sabido que la educación tiene un papel fundamental que cumplir. Una transformación en la manera como actuamos en sociedad, como nos relacionamos unos con otros o como participamos para lograr cambios; requiere que los niños, niñas y jóvenes de nuestra sociedad, así como las generaciones que están por venir, reciban una formación que les permita ejercer de manera constructiva su ciudadanía.

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Las competencias ciudadanas

Existen competencias, generales, básicas, específicas de cada área y competencias ciudadanas. La interrogante es cómo puede promoverse la formación ciudadana en la escuela. La  ideas sobre cómo integrar la formación ciudadana con la vida cotidiana de las instituciones educativas y, en particular, con la formación en las áreas académicas tradicionales. Las competencias ciudadanas: Son competencias transversales que se exteriorizan a través del conjunto de habilidades-cognitivas, emocionales e interpersonales (de interacción social)-, conocimientos y prácticas que, pertinentemente articuladas entre sí, hacen posible que el ciudadano participe constructivamente en el sistema democrático,  construya y mantenga relaciones de paz, justas, armoniosas  de cuido y beneficio mutuo consigo mismo, con los pares, con los representantes, con  personas cercanas, con sus comunidades, y con el medio ambiente. A. Núñez.

Las competencias ciudadanas en el ámbito escolar.

A la escuela le corresponde, además de educar al niño(a), extender su acción a la familia, desplegando estrategias y acciones concretas que permitan a los padres y representantes adquirir herramientas y conocimientos que les ayuden a educar a sus hijos(as). Padres, representantes y docentes, son los agentes para lograr el ideal educativo que persigue la escuela y, cuyo fin último, es la búsqueda de la realización personal del educando

La escuela es el lugar por excelencia para ejercitar en ambientes reales las competencias ciudadanas. Las relaciones que se producen en la escuela pueden servir de modelaje a un sistema social en la que todos sus integrantes experimentan y aprenden a participar en la toma de decisiones de esta manera ir creando una verdadera cultura de paz y convivencia democrática. Las competencias ciudadanas proporcionan  las herramientas esenciales para que las personas puedan respetar, defender y promover los derechos humanos. De allí, que las competencias básicas necesarias para la acción ciudadana que nombraremos a continuación deben estar articuladas entre sí para emprender una acción ciudadana conveniente: Conocimiento, Competencias cognitivas, Competencias emocionales Competencias comunicativas. Por ejemplo; para resolver pacíficamente un conflicto, tanto escolar, como en la cotidianidad de la comunidad o en el hogar son necesarias:

Habilidades cognitivas (como la toma de perspectiva, punto de vista de las personas involucradas), Habilidades emocionales (como el manejo de la ira y rabia, autorregulación emocional, empatía), Habilidades interpersonales (Favorecen los procesos de interacción social y comunicación, como la comunicación asertiva), y El uso de determinados conocimientos (como la comprensión sobre el escalonamiento de los conflictos. como se originó y como se fue extendiendo, por no solucionarlo a tiempo)

Algunas de las competencias ciudadanas que se hacen visible en nuestras actuaciones en el día a día son: Respeto, defensa y realización de los derechos humanos, cuido y defensa del medio ambiente, convivencia pacífica, participación y responsabilidad ciudadana y democrática, Identidad y pertenencia: Pluralidad, valoración de la diferencia y superación de la discriminación y la exclusión.

Resumiendo, en términos de competencias ciudadanas, el ambiente educativo debe ser democrático, dialógico, critico, integrador, donde predomine la igualdad social, el compromiso, en clave de solidaridad e inclusión. Para que los alumnos puedan participar y relacionarse con los demás de manera productiva la formación ciudadana debe acontecer de manera integral en las instituciones educativas, y eso incluye tanto las áreas académicas, como en la vida misma de la institución.  En los currículos, unas clases dedicadas a este tema, en la educación tradicional, son esenciales y deben mantenerse, pero no son suficientes, para obtener transformaciones en la acción ciudadana; es necesario también desarrollar habilidades y competencias ciudadanas, y esto, sólo se logra a través de la práctica; igualmente se debe  Involucrar a toda la comunidad educativa. Si lo que los estudiantes aprenden en el aula no corresponde con lo que ven  a su alrededor en la institución escolar o en sus casas, el aprendizaje del aula tendrá poca trascendencia  sobre sus  vidas. En cambio, en la medida en que más personas del contexto en el que crecen los estudiantes estén involucradas en su formación ciudadana, más huella dejará  en su formación. Por esta razón es importante vincular a toda la comunidad educativa en el proceso, incluyendo, en el mejor de los casos, a todos los docentes, las directivas, los padres y madres de familia y a las organizaciones de la comunidad. Por otro lado, aunque vincular a los padres y madres de familia definitivamente no es fácil, especialmente porque la mayoría no tienen el tiempo para participar en las actividades de las instituciones escolares, es importante hacer esfuerzos especiales para lograr involucrarlos. Las asociaciones de padres de familia pueden brindar un apoyo fundamental en esta labor. La época preescolar y los primeros años de la educación básica primaria son particularmente valiosos para el trabajo con los padres y madres de familia. Por un lado, ellos parecen ser más receptivos al apoyo que les puedan facilitar las instituciones educativas cuando sus hijos son pequeños. Por otro lado, es más probable que lo que hagan los padres de familia a estas edades tenga un impacto de largo plazo en la vida de sus hijos, ya que están adquiriendo ciertas competencias básicas sobre cómo relacionarse con los demás. Las competencias integradoras son aquellas competencias más amplias y abarcadoras que, en la práctica, articulan los conocimientos y las competencias cognitivas, emocionales o comunicativas. Por ejemplo, la capacidad para manejar conflictos pacífica y constructivamente.

 Por: Aura Núñez de Maraima.

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