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Rotacismo o dificultad para pronunciar la ‘r’ en niños

La adquisición del código fonético en los niños es un proceso de aprendizaje que se da a medida que el niño crece. Es muy común, que los niños durante este proceso encuentren dificultades a la hora de aprender a pronunciar el fonema ‘r’. Este trastorno en la pronunciación suele ser pasajero, pero es importante que los niños reciban la ayuda necesaria para corregirlo.

Por qué hay niños que no pronuncian bien la R

Existen diferentes motivos por los que el niño puede tener dificultades para producir este sonido. Algunos de ellos son los siguientes:

– El punto de articulación: el niño no coloca la lengua donde hay que hacerlo para producir el sonido R, y no sopla como es debido.

– Hendidura en el paladar.

– Déficit auditivo. Eso le impide diferenciar este fonema de otros similares.

– Dificultad en la discriminación auditiva del fonema por otros motivos.

– Discapacidad intelectual.

– Frenillo lingual largo o corto.

Actividades a realizar para lograr la pronunciación de la R

Es importante trabajar diferentes aspectos:

1- Respiración y soplo: Se pueden llevar a cabo ejercicios sencillos de respiración y soplo como hacer pompas con un pompero, soplar velas, inflar globos, mover un molinillo solo con el soplo, jugar partidos de fútbol moviendo pequeñas bolas de espuma…

2- Posicionamiento lingual: Se deben hacer ejercicios para que el niño tome conciencia de la posición correcta de la lengua para la producción de este fonema. Para ello, se pueden colocar diferentes alimentos detrás de los incisivos superiores (pan de ángel, trocitos de sugus, nocilla…) y el niño debe deshacerlos solo con la punta de la lengua.

3- Ejercicios de movilidad lingual: Debemos plantear una serie de ejercicios para aumentar el tono y la movilidad de la lengua del niño.

Algunos ejemplos son los siguientes:

– Chocar la lengua con los incisivos superiores y sacarla con fuerza.

– Se puede hacer este mismo ejercicio ejerciendo un poco de presión en las mejillas, para dirigir el flujo de aire.

– Recorrer el paladar de atrás a delante con la lengua y sacar la lengua fuera chocando con los incisivos superiores.

– Mover a los lados por dentro y por fuera de la boca.

– Tocar las últimas muelas.

– Imitar que comemos un helado.

– Masajearse la lengua con el cepillo de dientes tras lavárselos.

4- Discriminación auditiva: Para producir correctamente un fonema, es muy importante que el niño sepa diferenciarlo de otro similar. Por ello, es recomendable realizar actividades de discriminación auditiva.

Para ello, podemos ir pronunciando palabras y el niño debe clasificarlas según se pronuncien con /rr/ /r/ o /l/, por ejemplo. Para hacer esta actividad más divertida, le podemos pedir que escriba o dibuje las palabras en la columna correspondiente.

5- Pronunciación y repetición: Para ello, se pueden utilizar cuentos o canciones en las que el niño tiene que repetir ciertas palabras que contengan el fonema R. No hay que exigir al niño que lo pronuncie correctamente a la primera, ya que esto se conseguirá con el tiempo.

Todos estos ejercicios deben realizarse de forma natural y lúdica, e integrados en su rutina diaria. Es importante tener en cuenta que, en algunas ocasiones, el niño ha adquirido este fonema en su lenguaje repetido pero no lo ha automatizado en su lenguaje espontáneo. Es un proceso que lleva tiempo, así que debemos tener paciencia y no ser muy exigentes. Y por supuesto, en caso de duda, consulta con tu logopeda.

Fuente: guiainfantil.com

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